annabel lee

15 05 2010

En el campamento internacional en el que estuve el verano pasado, en Seattle, trabajamos un día en clase de inglés sobre el poema Annabel Lee, de Edgar Allan Poe. Los relatos de Edgar Allan Poe siempre me han parecido fascinantes. A muchos de mis compañeros de clase les encantan las películas de miedo que se hacen ahora (El grito, La maldición…), otros sólo pueden verlas en compañía. Yo ni siquiera lo he intentado. Sabiendo que río, lloro, me emociono enseguida con las películas, no quiero arriesgarme a tener que salir corriendo de la sala. Pero de los pequeños trozos que no he podido evitar ver (además soy una adicta a los tráilers) he sacado la conclusión que más que miedo, es susto. Te tapas los ojos, cuando acaba tienes que ir encendiendo todas las luces hasta llegar a tu cama y miras detrás de tí y debajo de la cama porque en cualquier momento puede aparecer alguno de los protagonistas, ya sea motosierra en mano o con las cuencas de los ojos vacías y las manos pálidas extandidas hacia tí.

Yo he leído el libro de cuentos de Edgar Allan Poe El escarabajo dorado y pocas veces he pasado tanto miedo. Eso sí que es miedo. No hace falta que te persigan los muertos, ni que lleven motosierras o tengan poderes sobrenaturales. Sufiecientemente terrorífico es pensar en aquel al que asesinan en una bodega, el pintor que mata a su amada porque atrapa su vida en el lienzo, el viejo que duerme con un ojo abierto, el escarabajo que pasa por la cuenca del ojo de una calavera, y sobre todo aquel condenado a muerte que ve descender lentamente un péndulo con una cuchilla que dentro de algunas horas le atravesará poco a poco el pecho… No puedes cerrar los ojos, sino que los tienes abiertos como platos hasta que acabas el relato. Te da igual encender o apagar las luces porque las imágenes siguen ahí, aunque sea a plena luz del día. La historia no te suelta hasta después de algunos días… Eso si que es terror.

Este poema no es de miedo, es muy triste, pero no terrorífico. El caso es que cuando acabamos la clase, me comentó un chico que Radio Futura tenía entre sus canciones una adaptación de Annabel Lee. Yo me quedé sorprendida, porque no conocía a nadie de mi edad a quien le gustase o conociese Radio Futura, ni mucho menos supiera de su adaptación del Poema de Poe. No es una de sus mejores canciones (en mi opinión), pero me gustó. Aquí os lo dejo todo: el poema primero, la canción (no os perdáis la estética del videoclip) y la letra en español. También algún podcast sobre Edgar Allan Poe de Radio Nacional Española.

Annabel Lee

It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of ANNABEL LEE;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.

I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my Annabel Lee;
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.

And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsman came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.

The angels, not half so happy in heaven,
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my Annabel Lee.

But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee.

For the moon never beams without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise but I feel the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling- my darling- my life and my bride,
In the sepulchre there by the sea,
In her tomb by the sounding sea.

Edgar Allan Poe

Annabel Lee – Radio Futura

Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee.
Y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.

Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia,
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad,
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.

Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel Lee.
Luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.

No luce la luna sin traérmela en sueños,
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos,
y así paso la noche acostado con ella,
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.

Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores,
que saben más, como dicen, de las cosas de la vida.
Ni los ángeles del cielo, ni los demonios del mar
separaran jamás mi alma del alma de Annabel Lee.

No luce la luna sin traérmela en sueños,
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos,
y así paso la noche acostado con ella,
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa,
en aquel sepulcro junto al mar,
en su tumba junto al mar ruidoso.
Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee.
Y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.

Podcast:

– Del programa Polvo Eres (Radio 5), de Nieves Concostrina. Cinco minutos de humor negro, sobre entierros y muertes curiosas.

Podcast Polvo Eres – Nuevo entierro EA Poe

– También escuché un Videodrome (de Gregorio Parra, en Radio 3) sobre Poe, pero no encuentro el podcast. En cuanto lo «cuelguen», lo pongo. De todas formas, para acceder a todos los podcast del programa:

Podcast de Videodrome

Edgar Allan Poe (1809-1849)